Es una funda artesanal de 45 x 45 cm, bordada a mano con la técnica tradicional pata de gallo por mujeres otomíes de la colectiva ESMAS Bordadoras de Joyas Preciosas en San Nicolás, Tenango de Doria, Hidalgo.

Su diseño presenta el motivo de pavorreal, acompañado de flores y elementos tradicionales, bordados en un solo color, que aportan frescura y elegancia a cualquier espacio. El bordado está aplicado en la parte frontal, convirtiendo cada funda en una pieza única y significativa de la tradición textil otomí.

Es una funda artesanal de 45 x 45 cm, bordada a mano con la técnica tradicional pata de gallo por mujeres otomíes de la colectiva ESMAS Bordadoras de Joyas Preciosas en San Nicolás, Tenango de Doria, Hidalgo.

Su diseño presenta el motivo de pavorreal, acompañado de flores y elementos tradicionales, bordados de un solo color, que aportan frescura y elegancia a cualquier espacio. El bordado está aplicado en la parte frontal, convirtiendo cada funda en una pieza única y significativa de la tradición textil otomí.

El Cojín Jalabil es una funda artesanal de 45 x 45 cm, tejida a mano en telar de cintura, siguiendo la técnica ancestral de los Altos de Chiapas. Los hilos entrelazados crean un efecto de rayas que evocan el traje tradicional de las mujeres de Aldama, mientras que los pompones alrededor recuerdan el tocado que utilizan en su cabello.

Cada pieza es elaborada cuidadosamente por las 10 mujeres artesanas tzotziles de la colectiva ESMAS Jalabil Antsetik, quienes imprimen en cada puntada su talento, dedicación y amor por mantener viva la tradición textil de su comunidad. Este cojín no solo decora, sino que también es un reflejo del arte y la identidad cultural de los Altos de Chiapas.

Es una funda artesanal de 45 x 45 cm, bordada a mano con la técnica tradicional pata de gallo por mujeres otomíes de la colectiva ESMAS Bordadoras de Joyas Preciosas en San Nicolás, Tenango de Doria, Hidalgo.

Su diseño presenta el motivo de pavorreal, acompañado de flores y elementos tradicionales, bordados en un solo color, que aportan frescura y elegancia a cualquier espacio. El bordado está aplicado en la parte frontal, convirtiendo cada funda en una pieza única y significativa de la tradición textil otomí.